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LAS HOGUERAS-74

La llegada a la alcaldía de La Coruña, en febrero de ese año, de Jaime Hervada Fernández España, resultaría providencial para el devenir de la Comisión de las Hogueras de San Juan. Hervada sería, junto al Capitán General de Galicia, Carlos Fernández Vallespín y el Gobernador Civil, Miguel Vaquer Salort, uno de los principales valedores de las Hogueras a las que le darían un gran respaldo, muy necesario, en aquellos iniciales momentos, para la joven y soñadora comisión de las Hogueras que se hallaba en apuros y dificultades económicas. La presencia del primer edil, en actos relevantes del programa de San Juan como fueron la I primera Festa da Danza das Meigas o la Fiesta del Aquelarre Poético, así lo pusieron de manifiesto.

Además de dotar de más medios crematísticos a la organización, el alcalde coruñés se llevó a la Comisión Municipal de Fiestas, como colaborador, al presidente de las Hogueras, Eugenio Fernández, respaldando, con ese gesto, la extraordinaria labor organizativa y festiva de la Comisión de las Hogueras de San Juan de Fernando Macías.

Aquella noche de 23 de junio, Jaime Hervada, acompañó al Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, Miguel Vaquer, a presidir la Fiesta del Aquelarre Poético, elegante fiesta, celebrada como las anteriores en el paraninfo del Instituto Eusebio Da Guarda. Iba a ser proclamada Malules Herrero Casasola como V Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan a quien acompañarían sus Meigas de Honor, Susana Wonembuger, Mercedes Fernández, Ana Astray, Loreto Rivera, Malena Bodelón, Angélica Dopico, María José García Pubull y María del Carmen López. Un año más, el paraninfo del Instituto, con los techos decorados por aquel gran pintor coruñés, maestro de Pablo Picasso, que se llamó Román Navarro, lució esplendoroso. Al inicio del acto, el presidente de las Hogueras, que presentó la fiesta, tuvo unas palabras de recuerdo y cariño hacia el presidente de honor de la Comisión el Teniente General Carlos Fernández Vallespín que había abandonado su puesto de Capitán General de Galicia para ocupar en Madrid el cargo de Jefe del Alto Estado Mayor del Ejército. Inmediatamente después se formó la comitiva de entrada de las Meigas que abrió la Tuna Universitaria de La Coruña seguida de la Meiga Mayor a quien le daba el brazo el mantenedor y pregonero de la fiesta el abogado coruñés José Luis López Mosteiro,

El Gobernador civil y la Meiga Mayor saliente, Victoria Martínez, impusieron a Malules la banda acreditativa con los colores de la Bandera Nacional. Por su parte la Meiga Mayor, acompañada del presidente de las Hogueras de San Juan, impuso al alcalde de La Coruña, el Cardo de plata, máxima distinción, en aquellos momentos, de las Hogueras de San Juan de La Coruña. Posteriormente la Meiga Mayor entregaría los cardos de plata del certamen de poesía a los ganadores señores Quintas Canella y Gallego Vila por sus poemas “las nueve olas” y “Luz ancestral de San Juan”. Una brillante exposición sobre la Noche de San Juan y sus costumbres, a cargo del prestigioso abogado coruñés José Luis López Mosteiro, que actuó de mantenedor, puso fin a tan señalada y refinada fiesta.

Ya con anterioridad, con la llegada del carnaval la Comisión de las Hogueras había programado en el Hotel Riazor una fiesta infantil y cena de disfraces con el único motivo de presentar a familiares y amigos a la V Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan, Lourdes Herrero Casasola y a la III Meiga Mayor Infantil Cristina Seoane Rodríguez. Aquella cena, que fue presidida por el Capitán General de Galicia, Gobernador Civil, Alcalde de la Ciudad y Gobernador Militar de la plaza y delegado Provincial de Turismo, acompañados de sus respectivas esposas, representó para la Comisión promotora de las Hogueras el refrendo necesario a sus actividades y su total consolidación en el tejido social y festivo de la ciudad.

De una hoguera nacida en un barrio, eso si ya con signos distintivos -como la elevación de un globo, tracas y fuegos artificiales- sobre otras de la zona, se pasaba a ser, con la cada año más multitudinaria noche de San Juan de las plazas de Calvo Sotelo y Portugal, todo un referente en las citas festivas de La Coruña. Desde aquel momento las Hogueras se hicieron mayores de edad y dignidad.

En el brindis que puso broche de oro a tan trascendental acto, el Capitán General de Galicia, Fernández Vallespin agradeció al presidente de las Hogueras, Eugenio Fernández, su labor y dijo que “que no os decaiga el ánimo para lograr, unas cada año mejores, fiestas de San Juan, pues el trabajo de la Comisión es una forma como otra de servir a España”.

Fieles a su cita en junio las Hogueras de San Juan diseñaron de nuevo un atractivo programa de actividades donde resaltaron el IV Festival de la canción de San Juan que celebró su gran final en el salón de actos del colegio Liceo La Paz. La Semana Deportiva, en cuyas jornadas se dieron cita más de quinientas deportistas, pasó ese año a ser exclusivamente dedicada al deporte femenino y tuvo una brillante clausura con la actuación de varios colegios realizado una vistosa tabla de gimnasia. La II Semana de cine con la proyección de las películas “El Ángel exterminador”, “el baile de los vampiros” “Il Demonio” y “Las Brujas” que fue seguida por numerosísimos espectadores.

Un magnifico concierto de la banda municipal de música que tuvo como marco los jardines de la rotonda de Riazor. Una simpática fiesta infantil en la plaza de Calvo Sotelo, con circuito de mini bólidos incluido para los más pequeños, fueron otras de las citas del programa festivo.

El acto de proclamación de la III Meiga Mayor Infantil se llevó a cabo, una vez más, en el salón de actos del Colegio Compañía de María, donde la Meiga del año anterior Susana Blanco Cortés acompañada por el presidente de la Comisión, Eugenio Fernández, impuso a Cristina la banda acreditativa de III Meiga Mayor Infantil. El ballet del colegio de la Compañía de María y teatro guiñol, completaron el simpático acto de proclamación.

Unas jornadas de conferencias celebradas en el salón de actos de la delegación de Información y turismo, situado en el Cantón Grande, a las cuales acudieron un gran número de personas y las que intervinieron el profesor adjunto de la cátedra de Hacienda Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, por aquellos momentos colaborador en tareas organizativas de la Comisión de Hogueras, Alfredo Iglesias, que habló de la crisis del petróleo y del reverendo Manuel Ameijeiras que disertó sobre “el sentido espiritual de la muerte”. Un recital poético del vate coruñés Alfonso Gallego y otra conferencia, ésta dedicada a la Superstición y brujería, a cargo del eminente catedrático de Prehistoria de la universidad de Compostela y gran amigo de la organización, Carlos Alonso del Real, completaron el ciclo.

Una representación de la directiva de la organización con su presidente al frente, acudió al despacho del presidente de honor de las Hogueras, Teniente General Carlos Fernández Vallespín, para entregarle una escribanía de plata, con motivo del nuevo destino del Capitán General de Galicia que abandonaba La Coruña para hacerse cargo de la jefatura del Alto Estado Mayor del Ejército Español. A la tarde de ese día la Meiga Mayor y el presidente de las Hogueras, Eugenio Fernández, acudirían a los jardines del palacio de Capitanía a la recepción de despedida de tan alto cargo militar.

Un año más en la explanada de Riazor se abrió un concurrido recito de atracciones de feria. En la pista Polideportiva de Riazor tuvo lugar, en horario nocturno, un festival de danzas a cargo de las danzas de la Sección Femenina y del Colegio de las Madres Josefinas. El Santo precursor fue honrado con Misa ofrenda que se celebró en la capilla de la Compañía de María.

Aquella noche de San Juan, estuvo pasada por agua, lloviendo en algunos momentos con inusitada fuerza, pero a pesar de ello la animosa y joven comisión no suspendió ninguno de los actos previstos y una vez finalizado el vino español, en honor de las meigas, autoridades y asistentes a la fiesta del aquelarre poético, celebrado en el patio deportivo del instituto Eusebio Da Guarda, dio comienzo, la cabalgata de San Juan, que paseó a las Meigas, subidas en típicos carros del país, por diferentes calles de la ciudad, acompañadas por la banda de cornetas y tambores de la Organización Juvenil Española, soldados uniformados a la antigua usanza del ejército español, la tuna coruñesa y varios grupos folclóricos.

La llegada de las Meigas, que venían caladas hasta los huesos, a la plaza de Calvo Sotelo, fue apoteósicamente recibida por los aplausos de miles de coruñeses, que impertérritos, ante el agua que caía, abarrotaban la plaza y sus calles aledañas, así como el recinto ferial donde actuó el conjunto musical USA.

A las doce de la noche, el tradicional globo, símbolo característico de la Comisión de las Hogueras de Fernando Macías, se elevó sin dificultad hacia el cielo coruñés. Posteriormente la Meiga Mayor, Malules Herrero Casasola, desde las escaleras del colegio de la Compañía de María, consumó el ancestral rito y prendió fuego a la traca que encendió la gran hoguera. Una espectacular sesión de fuegos de artificio que, con sus luces, en torno al duende enigmático de las llamas, coronaron de rito, misterio y belleza tan singular noche de hogueras de 1974.

Calín Fernández Barallobre.