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LAS NORMAS DE ETIQUETA DE LAS MEIGAS

La etiqueta no es otra cosa que el conjunto de reglas de comportamiento y los usos y costumbres que nos han sido trasmitidos de generación en generación y que observamos en actos públicos y privados; es, por tanto, una forma de afrontar la vida cotidiana en nuestras relaciones con los demás.

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La Meiga Mayor Infantil con el Traje Regional de Galicia

Estas normas de conducta social, en cuanto a vestuario y aspecto personal, comportamiento en la mesa, forma de presentarse, etc., son aspectos que se abordan cada año en las Jornadas informativas para las Meigas con la finalidad de que observen un correcto comportamiento en sus relaciones con los demás en todas aquellas circunstancias en que se encuentren representando a las HOGUERAS.

Consecuencia de todo ello, cada año, se dictan unas normas de etiqueta que han de observar la totalidad de las Meigas, fijándoles en ellas el vestuario adecuado para cada acto dentro de los que se consideran oficiales del programa.

De esta forma las Meigas entienden que no es lo mismo acudir a una recepción con Autoridades que a un acto religioso; a un acto militar que a una fiesta juvenil; a presidir uno de los espectáculos del programa o a una cena de gala. Cada momento, cada actividad, requiere observar unas normas adecuadas para cada caso.

Vivimos tiempos en los que, por un populismo mal entendido, tenemos la penosa y lamentable oportunidad de ver a algunos de los que nos representan como, con un desprecio absoluto a toda regla, acuden a visitar a las primeras Autoridades de la Nación con el mismo vestuario con el que acudirían a tomar una taza de vino a la tasca más inmunda o a otros que, representando a Instituciones, acuden a actos sociales o institucionales con zapatillas, descamisados y con un aspecto que deja bien a las claras quien es quien, aunque eso sí, esa forma que ellos llaman «casual» de vestir es siempre con ropa de marca y cara.

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Las Meigas de Honor con Mantilla Española

Sin embargo nos llama la atención que esta actitud de algunos de estos de nuevo cuño no sea más que una pose esnobista y así, dependiendo de a donde tengan que ir o con quien se tengan que entrevistar visten de la forma descrita o bien se enfundan en un esmoquin o en un elegante traje de marca.

Las normas de etiqueta las marca quien convoca el acto, quien invita, y la buena educación exige, en todo caso, atender esas normas y caso de no querer hacerlo simplemente no debemos acudir y nos quedamos en casa. No es tolerable que un representante de una Institución o Entidad acuda a una convocatoria, para la que se exige una forma de vestir concreta, vestido como le de la gana simplemente para demostrar, no se sabe bien a quien, su desprecio a todo tipo de normas. Eso es simplemente mala educación y no saber estar.

Afortunadamente hoy en día, quizás por el fenómeno de la globalización, algo que sucede en La Coruña es conocido en Nueva York casi al instante, al igual que algo que sucede en la China se conoce en España en minutos. Por ello, no podemos sustraernos a la posibilidad de que conductas que en algunos sitios no observamos y sin embargo en otros lugares si, pasen desapercibidas para los que nos observan.

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Las Meigas Infantiles con el Traje Oficial de Gala

Todo aquel que represente a alguien o a algo, esto lo tienen las Meigas muy asumido, debe comportarse de acuerdo con unas normas de conducta que en nada tienen que ver con ideologías o posturas personales, se trata simplemente del principio de respeto hacia quien nos invita o hacia lo que representa aquel al que tengamos que visitar o cumplimentar.

S.M. el Rey, el Presidente del Gobierno, el de cualquier Autonomía o simplemente un Alcalde, merecen el mayor de los respetos por parte de aquellos que acuden a cumplimentarlos o participan como invitados en una actividad por ellos convocada. Sin embargo, ese respeto deber ser recíproco; el hecho de ostentar una representación a cualquiera de los niveles referidos no implica que en concurrencia con otras personas se salten estas normas y acudan como si fuesen a tomar una taza en una tasca cuando los demás asistentes visten de acuerdo con unas normas que figuran muy claras en la invitación que deciden aceptar.

Nadie debe estar por encima del bien y del mal y aquellos que ocupan un puesto de representación deben hacerlo con la dignidad que exige aquello a lo que representan.

Las Meigas visten sus Trajes Oficiales de Gala, la Mantilla Española o el Traje Regional de Galicia, no por un deseo expreso de hacerlo sino porque cuando lo hacen representan a algo y acuden precisamente en representación de ello. Si estas jóvenes lo hacen así ¿que debe exigírseles a aquellos que nos representan y cobran de nuestros impuestos?

El vestuario, la etiqueta, no puede ni debe estar al servicio de postulados políticos, se trata simplemente de una norma de conducta y no se está más cerca del pueblo por el hecho de vestir de forma desarrapada e intolerable, máxime cuando en otras circunstancias sabemos que esas mismas personas visten esmoquin, aunque sea alquilado y ni siquiera sea de su talla, o impolutos y elegantes trajes de chaqueta probablemente hechos a medida.

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Meiga Mayor y Meigas de Honor con el Traje Oficial de Gala

El representar a algo o alguien exige del mayor respeto hacia aquello a lo que se representa y por ende a los usos y costumbres tradicionales que siempre observaron aquellos otros que con anterioridad ostentaron la misma representación. Una Institución, una Entidad, una ciudad,  el conjunto de ciudadanos, son merecedoras de toda consideración y quien les represente, tanto en actos internos como externos, debe poner de manifiesto este respeto y consideración.

(Fotos: Archivo de la Comisión Promotora)

 

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