DE NUEVO EL AYUNTAMIENTO DE LA MAREA PROHIBE LA CELEBRACION DE A NOITE DA QUEIMA

De nuevo el Gobierno municipal de la marea, que no de La Coruña, ha prohibido, de forma sectaria y sibilina, a la Asociación de Meigas la celebración de los actos previstos para A Noite da Queima, según consta en escrito remitido hoy por el Ayuntamiento.

En la respuesta a las peticiones que se cursaron, en su día, al Consistorio figura de forma expresa la prohibición – ellos le llaman «valoración negativa» –  de celebrar, la noche del 23 de junio, la vistosa comitiva, con más de cien motocicletas del Traslado del Fuego de San Juan; la Cabalgata de San Juan en su paso por el Paseo Marítimo y la quema de la Hoguera alegórica, algo que creó en 1971 la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, aduciendo que coinciden con actos organizados por el municipio.

Esta prohibición supone, en la práctica, que la Asociación de Meigas, considerada por los de la marea como ciudadanos de segunda clase, sea la única Entidad a la que se le prohíbe, de forma expresa y manifiesta, quemar una Hoguera de San Juan en las playas de Riazor y Orzán donde cualquier coruñés o forastero puede plantar y encender su hoguera esa noche.

Llama la atención, y el cinismo que subyace a esta prohibición, que esa «valoración negativa» con respecto a la quema de la Hoguera alegórica se refiera más a su montaje, en la jornada del 21 de junio, que a su quema ya que ellos saben de sobra que no se puede quemar una Hoguera de estas características si no se dispone de los días previos para su montaje e instalación.

Igualmente prohíbe que la procesión de San Juan recorra, en la tarde del 24 de junio, la plaza de María Pita aun cuando en el itinerario propuesto en las peticiones no figuraba ya discurrir por esa plaza.

De esta forma el San Juan coruñés perderá, un año más, la parte más vistosa de su celebración que quedará constreñida a la quema de una ridícula sesión de fuegos artificiales a tenor del presupuesto consignado y la quema de una hoguera, sustraída de forma artera y vil, a la Asociación de Meigas que, como heredera de la Comisión Promotora, venía celebrándola desde 1992. Una vergüenza que pone de manifiesto, una vez más, quien es esta gente y lo que pretenden con su anticoruñesismo demostrado a lo largo de estos dos años, algo que puede que se justifique con solo buscar el lugar de nacimiento de algunos de los que integran este grupo o sus asesores más destacdos.

¡En manos de quien hemos caído!