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SIGUEN MINTIENDO DE FORMA DESCARADA

No hay peor cosa que mentir aunque a veces es peor contar una verdad a medias. Resulta que ahora el Concejal de la marea que hoy asistió a FITUR a hablar del San Juan coruñés señaló como el gran mérito de su grupo haber logrado que ahora el San Juan sea de todos y que todo obedece a una manifestación popular espontanea.

Que gran mentira. Lo hemos recalcado miles de veces – aunque suponemos que esta supina ignorancia por parte de este individuo se debe al hecho de no ser ni tan siquiera de La Coruña por tanto malamente puede conocer la evolución de las cosas -, a finales de los años 60 del pasado siglo la tradición sanjuanera en la ciudad se encontraba de capa caída, cada vez eran menos las hogueras que ardían quedando tan solo reducida la celebración a algunos barrios coruñeses que, merced a no estar debidamente asfaltados, poseían lugares idóneos donde quemar su hoguera llegada la noche del 23 de junio.

Fue en la plaza de Portugal donde nació ese sentimiento sanjuanero que pronto se trasmitió a toda La Coruña. Allí, mirando de cara a Riazor, cada Noite da Queima, se daban citas miles y miles de coruñeses venidos de toda la ciudad para disfrutar de la gran noche de San Juan acompañando a las Meigas que siempre fueron su principal atracción. Fue desde sus inicios una fiesta popular en la que participó todo aquel que quiso hacerlo.

1982 Hoguera

Sin embargo la cosa no queda ahí. Fue la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan quien dimensionó la fiesta, la estructuró, la organizó; no fueron los poderes políticos sino un grupo de coruñeses que trabajando sin desmayo lograron que cada año la fiesta fuese a más.

Fue la Comisión Promotora quien alrededor de la quema de la Hoguera tejió todo un entramado festivo que la convirtió en más atractiva, más popular. De ahí sustituir la Hoguera de maderos amontonados por otra alegórica; de ahí disparar la sesión de fuegos; de ahí el discurrir de la Cabalgata o la verbena de la noche de San Juan y más tarde, alrededor de todo ello, pergeñar un amplio abanico de actividades culturales, deportivas, sociales y populares abiertas a toda la ciudad, contando con el concurso de todo el tejido social, cultural y deportivo de La Coruña.

¿Como puede atreverse este individuo a hacer semejante aseveración?, ¿de quien eran antes las Hogueras? Ilustrese y aprenda que buena falta le hace.

La ignorancia es muy mala consejera pero todavía lo es mucho peor el sectarismo y el revanchismo que esta gente usa como bandera. No nos vamos a engañar, desde que llegaron a María Pita, incluso ya antes de estar ahí, se habían trazado como meta y objetivo borrarnos de un plumazo, hacer que desaparezcamos sin dejar rastro como si jamás hubiésemos existido. Nadie sabe muy bien el motivo aunque lo sospechamos. Sin embargo, creo que machacan en hierro frío. Ellos se irán y nosotros seguiremos.

1987-3 . Antes de la hoguera

Es chocante que ahora un individuo como este que nada hizo por el San Juan coruñés se postule como su gran salvador y redentor, alguien que ni siquiera en la cartelería municipal del paso año hizo mención al carácter internacional de la fiesta, alguien que no aportó nada nuevo salvo tratar de quitarnos del medio y mal imitar lo que antes que él hicieron otros, eso si, de forma más cutre y carente de gusto como es norma de estilo en esta gente.

Gracias a la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan se logró fomentar la fiesta, potenciarla, hacerla más popular, convertirla en la gran cita festiva de La Coruña, trayectoria que ha continuado la Asociación de Meigas hasta lograr que se le declare de interés turístico internacional, título por el que estos advenedizos jamás hicieron nada. Esa es una verdad que ni estos ni nadie podrán recatar jamás.

Paren de mentir y tengan la gallardía suficiente para salir a decir de donde viene la inquina y el odio que nos tienen. Quizás más de uno quede sorprendido.

Y como una imagen dicen que vale más que mil palabras, ilustramos estos comentarios con unas viejas fotografías que hablan por sí solas de lo «poco popular» que era la fiesta allá por aquellos años en los que estos ni si quiera vivían en La Coruña. Y esto fue solo el principio.

 

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