X
esEspañolenInglés
Menu
X

VERGONZOSO, LOS SECTARIOS ACUSAN DE SECTARISMO

Es vergonzoso, indignante y alucinante, escuchar como, sin que se les suban los colores a la cara, estos sectarios de la marea acusan de sectarismo a todos aquellos que criticamos su nefasta gestión a lo largo de estos tres años en los que, su sectarismo y su desprecio más absoluto a todo aquello que no casa con su caduca y marxistoide ideología, ha sido la gran bandera de su quehacer político.

¿Cómo se pueden atrever estos a tildar a nadie de sectario? Desde su triste llegada a María Pita, se han encargado de eliminar, de borrar de un plumazo, todo aquello que no les gustaba y que no era acorde a sus principios ideológicos.

Descontando las mamarrachadas que han protagonizado, pasos subterráneos para ranas; alojamientos en plan Carpanta bajo los puentes; demagógicas convocatorias en las que solo se escuchaba aquello que glosase su supuesto buen hacer, callando todas las voces de los críticos; compras de pisos a amigos o adláteres; cesión de instalaciones de la ciudad a grupos afines; etc. Otras muchas cosas se han cargado en estos tres aciagos y negros años de su desgobierno.

Dejando a un lado las Hogueras de San Juan a cuya comisión organizadora, la Asociación de Meigas, no solo le han prohibido todo tipo de actividades, pero de eso ya hablaremos con detalle otro día, sino que encima las han vejado e insultado en numerosas ocasiones, sin que ellas jamás les hiciesen el más mínimo desprecio u ofensa, hay muchas más cosas a las que han dado miserablemente de lado.

Prohibieron los toros cuando, ante el Coliseum, a lo sumo se manifestaban cincuenta personas, todas de la misma ideología o parecida. Se cargaron el Certamen de Casas Regionales, cuando era una actividad que daba vida al centro de la ciudad. Han dejado de apoyar a la Semana Santa, prohibiendo que en ella participe la Banda Municipal como si tal formación fuese de ellos y ellos solo la pagasen. Han eliminado la Función del Voto, una tradición centenaria que forma parte del alma de la ciudad; han logrado que desaparezca la figura de la Reina de las Fiestas de los Castros, simplemente porque no les gusta; lo mismo ha sucedido con las Fiestas del Rosario que las han dejado morir, etc., etc.

Se gastan el dinero de todos tan solo en aquello que se ajusta a su ideario político, totalmente trasnochado, dando a todo lo demás de lado, sin importarles para nada el esfuerzo y trabajo de los coruñeses. Insultan y vejan, directamente o por medio de los cipayos que tienen a su servicio en las redes sociales, a todos aquellos que no permitan ser alienados o no inclinen la cabeza, a modo de acatamiento, a sus caprichos a cambio, eso sí, del pago de las pertinentes y miserables treinta monedas.

No soportan las críticas, pero ellos, con esa supuesta “superioridad moral” que creen poseer y que no tienen, se permiten agraviar a quien sea, a quien les molesta.

No se puede desratizar aunque las ratas campen por la ciudad, ni usar detergentes para lavar las calles, ni herbicidas para acabar con las hierbas malas ya que como buenos ecologistas de salón hay que seguir al dictado tales consignas.

Son esos mismos que hablan en público todo en gallego, sin embargo, si los sigues por las calles durante un buen rato o los ves comprando en un centro comercial, entonces olvidan a Rosalía y solo se acuerdan del idioma de Cervantes, el español.

Todo ha sido demagogia sectaria durante estos más de tres de años de pésimo gobierno en los que la ciudad ha sido relegada al ostracismo. ¡Vergonzoso!

¿Cómo pueden atreverse estos sectarios a calificar así a los demás? Simplemente estamos usando las mismas armas que ellos usaron contra nosotros, con un desprecio absoluto a nuestro esfuerzo y a nuestro trabajo. En indignante que gente como esta se permita el lujo de insultar a los demás, calificándolos, precisamente, de lo que ellos son y han demostrado con creces.

Váyanse ya de una vez y que los que los apoyan dejen de hacerlo por el bien de la ciudad.

Eugenio Fernández Barallobre.

Suscríbete al blog por correo electrónico

Al suscribirte aceptas nuestra política de privacidad.