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LAS HOGUERAS-73

Los tres años precedentes, especialmente el anterior, nos habían proporcionado la suficiente experiencia, tanto en materia organizativa como en capacidad de relación con Instituciones y Entidades, como para afrontar con más garantías una nueva edición de HOGUERAS.

La junta Directiva de la Comisión se había consolidado con nuevas incorporaciones y prácticamente desde el inicio del Curso comenzamos a trabajar en el proyecto que tendríamos que acometer a la vuelta de unos meses. En este año se registra ya, de forma definitiva, la participación en labores de toma de decisión de los más pequeños encabezados por mi hermano Calín y una buena parte de los miembros de su pandilla que ya venían colaborando activamente desde los inicios de esta nueva andadura hogueril.

Una de nuestras señas más características, nuestro pertinaz «nomadeo», nos llevó a organizar, aquel años, las periódicas reuniones en muchos sitios, casi todas cafeterías de la zona e incluso en el comedor de casa de mi abuela, en la Avd. de Rubine; allí, rodeando aquella elegante mesa de madera tallada, se tomaron algunas decisiones importantes que afectaron no solo al programa de las HOGUERAS-73, sino también al devenir de nuestra historia asociativa.

En este año, separados ya definitivamente, la Parroquia de San Pío X, nombramos Capellán de la Comisión al dominico Juan Equiza Lasarte quien asistió con nosotros a muchas de las reuniones de la Junta Directiva; como anécdota para el recuerdo mencionar aquellos viajes que Equiza realizaba, de vuelta a su convento, en plena Ciudad Vieja, como «paquete» en la moto de Ramón Ceide, otro de los directivos de la Comisión incorporados aquel año.

En cuanto a la Meiga Mayor, a principios de enero tomamos la decisión de nombrar para este cargo, en su cuarta edición, a la joven coruñesa Victoria Martínez Martínez, una deliciosa chiquilla que cursaba estudios en el Colegio de la Compañía de María; como dato curioso señalar que, con este nombramiento, se cerró de forma definitiva la norma casi «sine qua non» de tener que ser alumna de este Colegio para ser nombrada Meiga Mayor de las HOGUERAS, una costumbre que, sin duda por razón de nuestras relaciones personales, se mantenía vigente desde 1970.

Victoria, por su parte, nombró Meigas de Honor a María García-Armero Pita, Beatriz López Rey, María Isabel Bermúdez Costoya, María José Bermúdez Hermida, María del Carmen Caruncho, María de los Ángeles Pérez Barros, Begoña Otero del Rey y María de los Ángeles Rodríguez Picallo. Como curiosidad, otra más para añadir a ese gran baúl donde guardamos celosamente las muchas que vivimos a lo largo de todo este tiempo, dejar constancia que, andando los años, concretamente, en 2008, una hija de María García-Armero, María Martínez García-Armero, sería proclamada XXXIX Meiga Mayor.
En cuanto a la Meiga Mayor Infantil, se eligió a la niña Susana Blanco Cortés quien a su vez nombró a sus seis Meigas de Honor Infantiles cuyos nombres, desgraciadamente, se han perdido por causas ajenas a la voluntad de la Comisión.

También este año se creó otra institución que ha pervivido con el paso de los años, llegando hasta nuestros días, y que constituye el embrión del sistema premial de la Comisión: el «Cardo de Plata». Aunque la historia de su génesis ya está narrada, de forma más amplia, en otro apartado de nuestra historia, creo que merece la pena recordarlo aunque sea de forma somera.

La idea nos la dio nuestro buen amigo Macario de la Montaña Roel, Subcomisario del Cuerpo General de Policía y Secretario particular del Gobernador Civil de la Provincia. Un día en su despacho del viejo edificio de la Aduana, en plena Avda. de la Marina coruñesa, me comentó la necesidad de crear una distinción con la que reconocer la colaboración brindada por Autoridades y particulares. Con aquella idea sobre la mesa nos pusimos a trabajar. Tras debatirlo en el seno de la Junta Directiva llegamos a la conclusión que nada mejor ni más identificativo que la representación de la flor del Cardo de San Juan, que ya veníamos utilizando desde 1971 para premiar a los poetas galardonados en la Fiesta del Aquelarre, para, convertida en el emblema de la Comisión, distinguir a aquellas personas que colaborasen activamente con nosotros.

Aprobada la propuesta por unanimidad, solicitamos de nuestro buen amigo, ya desaparecido, Alfredo Malde que fuese su joyería, situada en el corazón de la calle Real, quien diseñase este emblema de solapa como ya venía haciendo con el que entregábamos, en forma de estatuilla, en la Fiesta del Aquelarre. Así lo hizo y de esta forma quedó instaurado este galardón que todavía a día de hoy sirve para reconocer el trabajo de aquellos que hacen posible cada ejercicio de HOGUERAS.

Como dato curioso señalar que, pese a ser el promotor de la idea, Macario de la Montaña jamás recibió el «Cardo de Plata», algo inexplicable a todas luces y que constituye otra de las deudas de gratitud contraídas por la Comisión.

Los meses fueron pasando y junio comenzó a atisbarse como algo inmediato. Poco a poco el programa se fue cerrado con alguna novedad, aunque manteniendo, en esencia, la misma línea que el año precedente.

Como fecha de arranque fijamos el sábado 2 de junio con el inicio de la I Semana de Cine de la que ya hemos hablado de forma extensiva en otro capítulo de nuestra historia. De esta forma, los días 2, 3, 4 y 5 de junio, el Salón de Actos de la Jefatura Provincial del Movimiento, en la plaza de Pontevedra, fue la sede de esta primera Semana en la que se proyectaron otras tantas películas de terror bajo el asesoramiento del cinéfilo Ricardo Fernández Castro. La experiencia resultó un éxito completo lo que nos animó a seguir programándola en ediciones venideras.

La II Semana Deportiva se desarrolló entre los días 4 al 10 de junio, incluyendo encuentros de Baloncesto masculino y femenino; Balonmano masculino y femenino; Tenis de Mesa femenino y Hockey sobre Patines masculino. Para disputar estos encuentros se solicitaron las canchas de los Colegios Compañía de María, Esclavas, Terciarias Franciscanas, Dominicos y Salesianos, así como la Pista Polideportiva Municipal donde, el día 10, se celebraron los actos de clausura y entrega de trofeos. El éxito alcanzado en está segunda edición sirvió para afianzar el deporte dentro de los esquemas del programa de HOGUERAS.

Los días 11, 12, 14 y 15 de junio se celebró, en el Salón de actos del Colegio de la Compañía de María, la II Semana de Teatro que incluyó tres representaciones a cargo del Grupo Arístide y una mesa-redonda y que a la postre resultó, muy a nuestro pesar, mucho más discreta que su precedente.

El día 13 de junio, en la discoteca Gabeiras del Hotel Atlántico celebramos el tradicional desfile de modelos que sirvió, un año más, para presentar oficialmente a la Meiga Mayor y a sus Meigas de Honor.

El sábado 16 de junio comenzaron a desarrollarse los actos integrados en la III Semana Cultural; un ciclo que, muy probablemente por razones de tipo económico, no alcanzó las cotas de los años anteriores, viéndose notablemente limitado; pese a todo se programó una exposición de fotografías que recogió los reportajes que había obtenido el grupo de fotografía de la Comisión, con José Francisco Freire a la cabeza, los dos años anteriores y que abrió sus puertas en la Sala de Exposiciones de la Delegación de Información y Turismo en el Cantón Grande.

Además de esta exposición se programaron un recital de música sacra en la Colegiata de Santa María a cargo de José Mª González Alvarez; una conferencia ofrecida por el pintor coruñés Pucho Ortíz y una nueva velada poética teniendo al vate Alfonso Gallego como protagonista; el marco para la celebración de ambas veladas fue el salón de actos del Colegio de la Compañía de María.

Los días 17 y 18 de junio se celebraron los actos dedicados a los más pequeños. El domingo 17 por la mañana tuvo lugar la tradicional fiesta infantil en la plaza de Pontevedra con la participación de cabezudos y del grupo de Títeres de la Organización Juvenil Española y por la tarde, en el salón de actos de la Compañía de María, se celebró el acto de proclamación de la niña Susana Blanco Cortés como II Meiga Mayor Infantil; en este acto intervinieron la Rondalla de las Terciarias y el ballet de la Compañía de María.

Al día siguiente, en Calvo Sotelo, se desarrolló otro de los números tradicionales de estos años, la carrera infantil de mini karts que concitó la presencia, igual que en la fiesta infantil del día anterior, de numerosos niños.

El miércoles 20 de junio, en el Salón de actos de la Compañía de María tuvo lugar una nueva edición del festival de la canción San Juan que ya se había celebrado en ediciones anteriores.
Para el día 21 estaba prevista la celebración de un recital a cargo del coro Follas Novas que finalmente quedó suspendido al no querer actuar la referida coral. Con relación a esta negativa desconozco el motivo argumentado por la Entidad coralista pero lo cierto es que el acto tuvo que ser suspendido pese a estar programado.

El día 22 de junio fue la fecha que elegimos para imponer los primeros «Cardos de Plata» de la historia de las HOGUERAS al entonces Capitán General de Galicia, Teniente General Carlos Fernández Vallepín, y al Gobernador Civil de la Provincia, Miguel Baquer Salort, la primera Autoridad de la Región y la primera de la Provincia, respectivamente.

Así que aquella mañana allá nos fuimos, a sus despachos, aquel grupo de chicos y chicas ilusionados; el de mayor edad 21 años y el más joven 16. Vestidos para la ocasión y con la educación y saber estar que habíamos aprendido en nuestras casas, llenamos de jovialidad y de sana alegría los despachos de sendas Autoridades para imponerles nuestro preciado galardón. En ambos casos fuimos recibidos de forma entrañable y cariñosa lo que contribuyó a alentarnos para seguir trabajando. Fueron dos instantes inolvidables.

Sobre la imposición de los «Cardos de Plata» me viene a la memoria una anécdota que creo no debo dejar de contar. Con ocasión de la concesión de estos primeros galardones la Junta Directiva había tomado la decisión de imponérselo también al entonces Alcalde de la ciudad, José Pérez-Arda y López de Valdivieso, si bien el primer regidor municipal, en principio, se negó a recibirlo.

El motivo de esta negativa hay que buscarlo el año anterior cuando un periodista de uno de los diarios de la ciudad puso en boca de la Meiga Mayor, en la entrevista que le realizó, unas frases en las que criticaba abiertamente la gestión tanto del Alcalde como de la Corporación Municipal. Aquellas palabras produjeron un profundo malestar en el primer regidor de la ciudad que incluso, el verano anterior, con ocasión de coincidir en un espectáculo de «Festivales de España» con el entonces directivo de la Comisión, Miguel Sáez Ortells, le recriminó, de forma enérgica aunque cariñosa, aquellas que él consideraba desafortunadas frases pronunciadas por la Meiga Mayor.

Por supuesto, nuestra Meiga jamás hizo en su entrevista referencia a tales críticas más bien todo había sido cosecha del periodista quien, de forma subrepticia, las puso en su boca y así se le explicó al Alcalde que, finalmente, aceptó nuestro «Cardo de Plata», si bien su imposición se realizó fuera de las fechas de las HOGUERAS.
Llegada la jornada del 23 de junio, víspera de San Juan, por la mañana se celebró la tradicional Ofrenda a San Juan en la capilla del Colegio de la Compañía de María y las nueve de la noche, el incomparable marco del Paraninfo del Instituto «Eusebio da Guarda» fue escenario, nuevamente, para la celebración de la III Fiesta del Aquelarre Poético en la que actuó de pregonero y mantenedor el poeta y amigo Alfonso Gallego Vila. La Banda acreditativa de Victoria Martínez como IV Meiga Mayor se la impuso, en nombre del Alcalde, el Concejal de Fiestas Juan José Laredo Verdejo.

Aquel año ya no se quemó la Hoguera infantil toda vez que su principal promotora, Mª Angeles Pérez Barros, ocupaba plaza de Meiga de Honor lo que la imposibilitaba, al no poseer el don de la ubicuidad, para organizar, como hiciera el año anterior, la Hoguera de las más pequeñas.

Concluida la Fiesta del Aquelarre, de la Plaza de Pontevedra partió la Cabalgata de San Juan que, sobre carros del País profusamente engalanados, condujo a las Meigas hasta Calvo Sotelo donde, tras la quema de una sesión de fuegos y ante miles de personas, la Meiga Mayor plantó fuego a la traca que encendió la Hoguera de San Juan-73. Como colofón, en la plaza de Portugal se celebró una animada verbena que concluyó en la madrugada.

Terminada nuestra cuarta Noite da Queima, toda la Junta Directiva nos fuimos, como era costumbre por aquellas fechas, a celebrar el éxito a alguna de las boites de la Avda. de Rubine, creo que aquel año fue en el «Diana» donde nos sorprendió el amanecer de un brillante día de San Juan.

El año 1973 tuvo como colofón un hito muy importante en nuestra historia particular. Aquel año la Junta Directiva tomó el acuerdo de nombrar Presidente de Honor de la Comisión al entonces Capitán General de la VIII Región Militar, Teniente General Carlos Fernández Vallespín, quien aceptó gustoso el nombramiento, convirtiéndose así en la primera Autoridad en ostentar este título de honor, el máximo que, con carácter extraordinario, concede la Comisión Promotora. Aquella decisión, y sobre todo la aceptación por parte del entonces Capitán General de Galicia, dio alas a nuestra Comisión, sirviendo para abrirle muchas puertas en el futuro inmediato.

Y así transcurrieron aquellas HOGUERAS-73 que de nuevo constituyeron un éxito en todos los sentidos.
José Eugenio Fernández Barallobre.

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