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ELLOS SON LOS UNICOS LEGITIMADOS PARA OFENDER E INSULTAR

Parece que la capacidad de ofender e insultar está solo reservada a unos pocos, esos que creen que tienen patente de corso y que si faltan al respeto alegan que forma parte del derecho de libertad de expresión o simplemente que se trata de una broma sin mala intención.

Desde que llegaron a María Pita no han cesado de insultar y ofender a las Meigas y a su Asociación, incluso en un Pleno Municipal donde se les tildó de «mujeres florero», mientras en otros círculos se les tachaba de «casposas», cuando no otras «delicadezas» de las que mejor es no hablar.

De nada sirvió pedir que rectificasen algo de lo dicho, antes bien se ratificaron en esos insultos asumiéndolos como propios y al igual que en Fuenteovejuna, todos a una.

Durante estos meses, la Asociación de Meigas, ha tenido que escuchar de todo, tanto en el citado Pleno municipal como más tarde en redes sociales y en otros foros. Su único delito, no pensar como ellos y no comulgar con sus ideas, ello ha sido justificación suficiente para degradar conductas y ofender gratuitamente a personas que jamás les habían ofendido ni molestado.

Ahora dicen que ellos trataron de aproximarse a la Asociación de Meigas para lograr un entente cordial. Eso es absolutamente falso. Desde el principio se negaron a todo posible entendimiento y una buena prueba de ello es que el año pasado, el 23 de junio, las Meigas ya no fueron recibidas en el Ayuntamiento pese a los pocos días que llevaban al frente de la ciudad.

Parece como si en su planeamiento previo ya se marcasen como meta cargarse todo el trabajo de tantos años; como si la Asociación de Meigas fuese su enemigo a batir como lo fueron los Toros, el Certamen de Casas Regionales, las Fiestas del Rosario, la Semana Santa, la Función del Voto o el Corpus y por ello había que borrarla de un plumazo.

Jamás trataron de llegar a acuerdo alguno. Nunca. Dieron largas y más largas, como las siguen dando, con el fin de evitar cualquier posibilidad de reacción.

Y ahora resulta que son los ofendidos.