MIENTE QUE ALGO QUEDA

17/04/16

Asistimos estos días al lamentable y patético espectáculo que ofrecen aquellos que, para desprestigiar a las HOGUERAS y a los que hemos trabajado por ellas, descienden a la vileza de la mentira, argumentando todo tipo de falacias malintencionadas y llegando incluso a la descalificación personal, usando como medio alguna red social.

Se trata de unos que mienten a sabiendas, ocultos tras las máscara del anonimato, y otros que lo hacen con lo que ellos llaman «contundentes argumentos», esos que para su defensa posterior solo se puede argumentar aquello de «a mí me lo dijo alguien que no recuerdo», «es lo que se comenta» o simplemente «yo lo oí». Argumentos, todos ellos, de una «demoledora contundencia» pero que sin embargo, desgraciadamente, a veces sirven para engañar y manipular a incautos bienintencionados.

Qué pena que se descienda a la vil mentira, algo que prueba la infame catadura moral de aquellos que la utilizan como arma arrojadiza. Qué pena que se trate de afear el trabajo desinteresado de muchos coruñeses, hombres y mujeres con diferentes forma de pensar, a lo largo de casi cincuenta años para tratar de justificar medidas arbitrarias carentes de lógica.

La gran verdad es solo una: mientras que durante años cada uno, con total y absoluta libertad, celebró su particular San Juan haciendo su hoguera para saltarla o comiendo sardinas con sus amigos, los que trabajamos desde la Comisión Promotora, y ahora desde la Asociación de Meigas, nos dedicamos, durante estos años, a aparcar nuestro San Juan para celebrar otro en el que tuviesen cabida miles de coruñeses y eso fue, precisamente, lo que engrandeció la fiesta.