Virgen del Rosario, que en nuestra historia has manifestado muchas veces tu benevolencia y cariño por nuestra preciosa ciudad, hoy te pido, humildemente que no nos abandones en estos momentos tan difíciles.
Te ruego que nos ilumines, para que seamos responsables y tomemos todas las medidas de seguridad necesarias para que todo vuelva a ser como antes. Que pronto podamos volver a ver las sonrisas sin tener que imaginarlas. Poder abrazarnos y besarnos para curar nuestras penas.
Te pido con esta oración por todos los que ya no están con nosotros y para que ampares bajo tu manto a todos los que lo están pasando mal.
Ayúdanos, amada patrona, a aprender la lección y darnos a todos la claridad de la mente para conocer y evitar el peligro, y la fuerza para seguir caminando.
Gracias por escuchar hoy mis súplicas. Cuida siempre de mis meiguiñas y guíanos siempre a todos con tu hermosa luz.