TRISTE ANIVERSARIO

hoy, 24 de mayo, se cumple un año de aquel fatídico día en que todo comenzó a torcerse.

Ha transcurrido un año y no se ha hecho nada, nada de nada; a lo sumo se ha concluido, a veces malamente, lo que habían iniciado otros. Sin embargo, si comenzamos a perder una buena parte de las señas de identidad de la ciudad.

Olvidando el injusto tratamiento que recibe la Asociación de Meigas y con ella todos los que, durante años, trabajamos, a cambio de nada, por el San Juan coruñés, o el cambio sistemático de nombres de calles, otras cosas se han ido quedando en el camino.

El Certamen de Casas Regionales que tanta vida daban al centro en el mes de agosto; la Feria taurina, pese a que era un grupo minoritario el que la protestaba y supuso un gasto adicional a la ciudad; las fiestas patronales del Rosario por estar vinculadas a una celebración religiosa; la alegría de las fiestas navideñas con la ciudad engalanada con multitud de luces multicolores que se vieron notablemente reducidas; la Semana Santa sin apoyos y con prohibiciones de participación; la Función del Voto convertida en una caricatura laica del quiero y no puedo.

Nuestra querida ciudad se han tornado en triste, sin ilusión, con miedo a represalias; descuidada, con jardines donde pueden pastar cabras y ovejas; asamblearia. Una ciudad donde la clase y el estilo se han ocultado en un cofre cerrado con siete llaves. Una pena de ciudad.

Hoy es un día para evocar con tristeza por ello nosotros estamos de luto.