EL LAMENTABLE ESTADO DE LA CIUDAD VIEJA

27 julio, 2017

Un par de días antes de comenzar la tradicional Feria Medieval quisimos recorrer la Ciudad Vieja aguardando que, ante la inminente visita de coruñeses y forasteros a esta parte de La Coruña, el Ayuntamiento tomase la decisión de al menos adecentarla un poco al convertirse, por unos días en el gran escaparate coruñés.

Callejón de San Benito

Paseamos durante un rato, recorriendo algunas de sus empedradas calles, y ante nuestra sorpresa todo seguía igual que cuando hicimos mención a su lamentable estado de abandono y dejadez del que quedó constancia en nuestro «Aquelarre» de este mes de julio.

Calle Herrerías

Volvimos a recorrer sus calles y allí seguían todas las paredes, sucias y abandonadas, llenas de impertinentes grafitis, hechos todos con un gusto deplorable. Recorrimos las calles de Santo Domingo, Santa María, Sinagoga, Herrerías, etc., y el aspecto que presentan deja bien a las claras la falta total de voluntad por parte del Gobierno municipal de ofrecer la imagen que realmente se merece una ciudad como la nuestra.

Calle Sinagoga

Calles mal empedradas, llenas de restos de defecaciones de aves y pájaros; jardines descuidados y abandonados a su suerte; paredes sucias, emborronadas. Un aspecto lamentable.

Calle de Santa María

Suponíamos que cara al verano, con la llegada de forasteros que visitan las calles de la parte alta coruñesa, el Gobierno municipal se ocuparía, si quiera por imagen, de adecentar un poco la zona monumental de la ciudad, sin embargo esto parece carecer de importancia para ellos; la imagen que los que nos visitan se puedan llevar de La Coruña es algo que les resulta irrelevante.

Empedrado de la calle Cortaduría

Pero no solo es esto. Fruto del abandono, de la suciedad, hay ratas que campan por sus respetos apareciendo en calles, garajes, solares, etc., aunque algún iluminado se obstine en tratar de desmentir este hecho como si fuese fruto de la invención de unos malintencionados.

Plaza de la Cortaduría

La Ciudad Vieja da asco y lo malo es que no se ocupan de ella. Pero la mejor muestra es este pequeño reportaje fotográfico que acompañamos por aquello de que una imagen vale más que mil palabras.