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ESPAÑA POR ENCIMA DE TODO

Hoy es un día triste para todos, al menos para aquellos españoles de bien que creemos que España debe estar y de hecho está por encima de todo. Un día triste ya que merced a la irresponsabilidad sectaria de unos delincuentes, de unos golpistas, se ha consumado la gran traición a cientos de años de historia común, a cientos de años de proyectos comunes, a cientos de años de éxitos comunes y también a cientos a años de fracasos y frustraciones comunes, la gran traición a España.

Recuerdo aquella frase pronunciada por el Teniente General Carlos Fernández Vallespín, Capitán General entonces de la 8ª Región Militar y primer Presidente de Honor de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, a los postres de la I Festa da Danza das Meigas; en aquella ocasión dijo «también con el trabajo de la Comisión Promotora se hace España». Y fue precisamente esa premisa la que nos animó año tras año a trabajar por las Hogueras coruñesas.

Estábamos seguros y lo seguimos estando que sirviendo a nuestra ciudad de La Coruña con nuestro pequeño aporte, serviríamos a Galicia y con ello estaríamos contribuyendo a engrandecer España objetivo común de todos los españoles bien nacidos.

Hoy, esos sectarios irresponsables, dictadores totalitarios, amparándose en una democracia caricaturizada que tuvo su mejor exponente en una burla de consulta popular que, además de manifiestamente ilegal, estuvo manejada y dirigida, sin garantía alguna, donde tuvimos oportunidad de ver urnas caídas al suelo llenas de papeletas antes de empezar la votación; gente que se amontonaba ante urnas donde cada cual introducía, sin control alguno, las papeletas que le daba la gana o incluso personas que llegaron a votar hasta tres veces en puntos distintos, han dado la espalda a siglos de historia común sin importarles las consecuencias por muy graves que estas puedan ser.

Hoy, estos mafiosos delincuentes, han atentado contra España en su más íntima esencia. España no es solo un trozo de tierra, ni tan siquiera una lengua común, ni tampoco un conjunto de tradiciones, España es mucho más que eso, España es una realidad tangible que se ha hecho un sitio en la Historia del mundo, en la de ayer, en la de hoy y, por supuesto, en la de mañana; sitio hecho a base de mucho esfuerzo, de muchos sacrificios, de mucho dolor a veces, incluso ríos de lágrimas, pero también hecho a base de gestas brillantes y heroicas escritas con rectos trazos de millones de españoles que, a lo largo de los siglos, se sintieron orgullosos de serlo y de sentirse como tales. Contra eso es, precisamente, contra lo que han atentado estos fanáticos salidos de las más oscuras cavernas del populismo más vil y más indecente.

Se aproximan tiempos complicados, muy complicados, donde el Estado de derecho y la democracia tienen la obligación y el deber moral de salir victoriosos, de hacer prevaler el ordenamiento jurídico vigente para así no dejar en total indefensión al resto de los españoles de bien que somos la inmensa mayoría, incluido más del 50% de los catalanes.

Por todo ello deben terminarse las tibiezas, ya no sirve jugar a doble juego o con baraja trucada como nos tienen acostumbrados muchos de estos tahúres de ventaja. Ha llegado el momento de cada uno muestre sus cartas para saber a qué juega. Ya no vale ocultarse tras la careta de una pretendida libertad de expresión y ya no sirve por un solo motivo, porque se ha conculcado la Ley y ese es el más sagrado de los principios por el que debe regirse cualquier Estado que se precie como tal.

Ahora toca desenmascararse y al que no lo haga le hay que arrancar la careta para saber cuál es su postura; aquí no hay término medio o se está con España y con la legalidad vigente o se está contra ella, alineándose con los delincuentes y es igual que el grado de participación sea como autor material, cómplice o encubridor, es decir, por acción u omisión.

Volvemos a insistir y a exigir al Alcalde nuestra ciudad y a otros que, como él, dirigen los destinos de otras ciudades españolas que se manifiesten, que nos digan de qué lado están. Es suficiente, en el caso de nuestra ciudad, que su titular, tan amigo de convertir la fachada del Ayuntamiento en un tablón de sus anuncios políticos, cuelgue de la balconada del Palacio Municipal una pancarta en la que se lea «estamos inequívocamente con la unidad de España». Hágalo, pero hágalo ya pues de no hacerlo sabemos de qué lado está alineado.

Tenemos que exigir a los que nos gobiernan, a todos los niveles, que se decanten abiertamente por la legalidad, por el respeto a la Constitución y, sobre todo, por la sagrada e indisoluble unidad de España. Nos lo deben y por tanto es exigible que lo hagan.

Se tiene que terminar aquello de «juro por imperativo legal» cuando se asume un cargo público para el que se exige el juramento o promesa de la Constitución. Con la Constitución, con la Ley, se está o no se está, no hay término medio y quien no esté con ella no puede entrar al juego democrático so pena que deseemos suicidarnos como Nación.

Se acabaron las medias tintas y las tibiezas. Hoy, más que nunca, España es lo único que importa, España por encima de todo.

José Eugenio Fernández Barallobre,

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña.