LAS NORMAS NO SON IGUALES PARA TODOS

Con asombro nos hemos encontrado con la mayor parte de la Plaza de María Pita vallada y no accesible al público en general motivado por el desarrollo, durante estos días, de la Feria Medieval. Nos llama la atención que para unas actividades que duran seis días el gobierno municipal de la marea no haya puesto problema alguno para que este importante enclave coruñés se cierre al uso público y sin embargo no permitieron, en su día, que la Asociación de Meigas vallase un pequeño espacio de esta misma plaza, durante dos horas, para celebrar el tradicional acto de homenaje a María Pita.

Algo parecido sucede con la Feria Medieval a la que se le permite todo tipo de ruidos hasta las doce de la noche y sin embargo a la Asociación de Meigas se le negó el permiso para celebrar el Ciclo Noches de Danza, en horario nocturno, pese a tratarse de unas jornadas de ballet y danza cuya finalización jamás rebasó las doce de la noche. Suponemos que todo el problema radica en que en la citada plaza vive determinado asesor de determinado concejal al que le deben molestar los ruidos y, sin embargo, que los vecinos de la Ciudad Vieja tengan que aguantar clarines, bombos, tambores y gaitas hasta la medianoche, eso le da igual.

Y otra cosa, incluso los horarios musicales en la Ciudad Vieja en estos días rebasan esta hora gracias a los conciertos que organiza determinado local propiedad de una simpatizante de los de la marea que hace lo que le da real gana.

Por lo visto, según estos sectarios advenedizos, las normas no son de igual aplicación para todos. Otra vergüenza. Nunca una ciudad llegó a menos desde que la gobierna esta gente, ni una gente como esta a más.