LOS HORARIOS DE LAS FIESTAS DE MARIA PITA

Llama poderosamente la atención que a un ciclo que titulan «las noches de María Pita» le fijen un horario de comienzo para las ocho y media de la tarde, tal es el caso, por ejemplo, del concierto que la Orquesta Sinfónica de Galicia ofrecerá el próximo sábado o incluso el programado para mañana viernes, a las nueve de la noche, que será ofrecido por la Joven Orquesta de la OSG.

Son precisamente las noches de verano las que más se prestan, con las llegadas de las sombras del nocturno, para celebrar espectáculos al aire libre; así es como sucede en todas partes menos aquí. Suponemos que el motivo tendrá algo que ver con el hecho de que determinado asesor de concejal vive en la referida plaza y le molesta que pueda haber un espectáculo cuyo horario de finalización pueda superar las once de la noche.

Sin embargo no sucedió lo mismo en la recoleta plaza de las Bárbaras donde reside, desde hace siglos, una Comunidad de monjas de clausura que tuvieron que aguantar estoicamente, durante días, las estridencias de la música de rock, eso sin contar con lo que ya habían sufrido durante la feria medieval. Pero claro, esa gente poco les importa a los de la marea; ni las monjas ni tampoco los pajarillos que anidan en los árboles de dicha plazuela que tuvieron que sufrir de gran estrés durante aquellas veladas que llegaban, como poco, hasta las doce de la noche en horario continuado. Pero luego, eso si, las sesiones de fuegos artificiales de las que gusta la mayoría de los coruñeses no pueden durar más de diez minutos pues a perros y a gatos les puede sobrevenir un fallo cardíaco. Sencillamente de traca. El colmo de la pose más estúpida.

Se ve a las claras la mala uva y el revanchismo que destilan estos de la marea y sus adláteres pues curiosamente, esa obsesión de trasladar este tipo de música a una plazuela como la de las Bárbaras puede que esté íntimamente ligado con el hecho de que en la capilla que poseen estas religiosas se exponga, diariamente, el Santísimo en horario de día y de noche.

Queda claro que esta gente, además de su innegable mala fe, carece de los más elementales conocimientos para programar fiestas o cualquier otra cosa. Su incompetencia es manifiesta y así lo vienen demostrando de forma continuada y reiterada desde el desgraciado día en que entraron en el Ayuntamiento.

No sabemos bien que esperan esos que los están manteniendo ahí con sus votos para echarlos a la calle de una vez y así librarnos a todos de esta infernal pesadilla que ya está durando demasiado tiempo.

No nos olvidemos que en septiembre tenemos una nueva ocasión para poner a unos y a otros en su sitio.